El dolor en las articulaciones puede afectar muchas zonas diferentes del cuerpo como dedos, muñecas o rodillas. Aquí nos fijamos en sus causas y cómo aliviar el dolor articular.
¿Qué es el dolor articular?
El dolor en las articulaciones puede afectar muchas zonas diferentes del cuerpo como dedos, muñecas o rodillas, y tiende a mostrar rigidez, sensibilidad e hinchazón. El dolor articular, la artritis o la osteoartritis (el tipo más frecuente de artritis) pueden implicar inflamación de una o más articulaciones y presentarse de maneras diferentes.
Por ejemplo, en la osteoartritis, el cartílago articular se estropea y la capacidad del cartílago (tejido esponjoso que amortigua las articulaciones) para repararse a sí mismo se reduce, resultando en una pérdida de este con el paso del tiempo. Los huesos expuestos se rozan causando inflamación, dolor y protuberancias óseas en la articulación, haciendo la articulación rígida y difícil de mover.
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¿Qué es el dolor articular?
El dolor en las articulaciones puede afectar muchas zonas diferentes del cuerpo como dedos, muñecas o rodillas, y tiende a mostrar rigidez, sensibilidad e hinchazón. El dolor articular, la artritis o la osteoartritis (el tipo más frecuente de artritis) pueden implicar inflamación de una o más articulaciones y presentarse de maneras diferentes.
Por ejemplo, en la osteoartritis, el cartílago articular se estropea y la capacidad del cartílago (tejido esponjoso que amortigua las articulaciones) para repararse a sí mismo se reduce, resultando en una pérdida de este con el paso del tiempo. Los huesos expuestos se rozan causando inflamación, dolor y protuberancias óseas en la articulación, haciendo la articulación rígida y difícil de mover.
Los tipos de articulaciones frecuentemente afectadas por el dolor son las articulaciones sacroilíacas, de la rodilla, cadera y hombro. La articulación sacroilíaca se encuentra donde se unen los huesos sacro e ilíaco (huesos pélvicos). Está por debajo de la columna lumbar y por encima del coxis y transmite todas las fuerzas de la parte superior del cuerpo a la pelvis, las caderas y las piernas. El dolor articular de la cadera puede ser repentino y corto (agudo) o sordo y duradero (crónico). El dolor articular de los hombros tiende a ser menos agudo y resulta de la inflamación o daño a los músculos y tendones que rodean el hombro y la tensión en los músculos entre el cuello y el hombro. De todas las articulaciones, la de la rodilla puede ser la que con mayor frecuencia recibe daños y la más susceptible al dolor.
Los tipos de articulaciones frecuentemente afectadas por el dolor son las articulaciones sacroilíacas, de la rodilla, cadera y hombro. La articulación sacroilíaca se encuentra donde se unen los huesos sacro e ilíaco (huesos pélvicos). Está por debajo de la columna lumbar y por encima del coxis y transmite todas las fuerzas de la parte superior del cuerpo a la pelvis, las caderas y las piernas. El dolor articular de la cadera puede ser repentino y corto (agudo) o sordo y duradero (crónico). El dolor articular de los hombros tiende a ser menos agudo y resulta de la inflamación o daño a los músculos y tendones que rodean el hombro y la tensión en los músculos entre el cuello y el hombro. De todas las articulaciones, la de la rodilla puede ser la que con mayor frecuencia recibe daños y la más susceptible al dolor.
¿Sabias que?
3 de cada 4 personas que sufren de dolor articular dice que su dolor les impide practicar las actividades físicas que más les gustan.
¿Cómo te afecta el dolor articular?
Como parte del movimiento cotidiano, las articulaciones involucran constantemente presión y daños. La articulación de las rodillas es particularmente vulnerable a esto, ya que absorbe el peso total del cuerpo y cualquier fuerza adicional al correr o saltar. Las personas son más propensas a experimentar dolor en las rodillas a medida que envejecen, y las personas que tienen sobrepeso o hacen mucho deporte tienen un mayor riesgo de dañar sus rodillas. Por ejemplo, los corredores tienden a sufrir de dolor de rodilla y de tobillo porque su deporte implica alto impacto del cuerpo con el suelo. A veces el dolor en las rodillas puede transferirse a los pies y se puede sentir una sensación de hormigueo o adormecimiento.
Los que sufren de dolor articular sacroilíaco pueden sentir molestias al agacharse o permanecer de pie después de estar sentado durante largos períodos. El dolor puede transferirse a la cadera, provocando incapacidad para realizar actividades físicas. El dolor articular de la cadera por lo general se refleja en la ingle, pero también puede causar dolor en la cola y puede profundizarse al levantarse de una silla o subir escaleras. El dolor de rodillas puede evitar que alguien lleve a cabo actividades rutinarias como caminar, subir escaleras o incluso llevar algo pesado. Las personas con dolor articular de los hombros pueden tener dificultades para levantar objetos, sentir profundo dolor por las noches y experimentar periartritis escapulohumeral, una condición caracterizada por la rigidez y el dolor en la articulación del hombro.
*Haleon Global Pain Index 3rd Edition, 2018 / Global Research Report
Causas del dolor en las articulaciones
Las causas más comunes del dolor articular pueden ser osteoartritis, esguinces o una fractura por lesión o accidente. Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de dolor articular incluyen articulaciones previamente dañadas por una lesión o una operación, una predisposición genética para la enfermedad, la estructura anatómica de las articulaciones afectadas y la obesidad, dado que las articulaciones están expuestas a exceso de presión.
Síntomas
Las articulaciones pueden hacerse nudosas alrededor de la zona de los huesos, formando grumos óseos llamados osteofitos. A medida que los huesos se hacen más gruesos y se ensanchan, las articulaciones se vuelven rígidas, dolorosas y difíciles de mover. También, puede haber una acumulación de líquido en las articulaciones debido a la inflamación, que puede causar hinchazón. El nivel de dolor articular puede ir de poco frecuente a intenso y difícil de manejar.
Otros síntomas pueden incluir entumecimiento u hormigueo súbito, fiebre, disminución del rango de movimiento y rigidez en la articulación afectada. Otros síntomas de dolor articular pueden ser bloqueo y captura, donde la articulación se queda atascada en una posición o se siente que algo está atrapado dentro de la articulación mientras se hace ciertos movimientos.
Diagnóstico
El dolor articular puede tratarse con medicamentos antiinflamatorios para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Si está acompañado de hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad y calor alrededor de la articulación, se recomienda visitar a un médico, quien puede recomendar ejercicio ligero u ordenar una o más pruebas, como una radiografía, resonancia magnética, tomografía computarizada o prueba de sangre para ayudar a determinar la fuente del dolor y ayudar con el tratamiento del dolor en las articulaciones.
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